
En 1703, Felipe V, rey de España, dispuso la elección del General Diego Córdoba Laso de la Vega, como presidente del Nuevo Reino de Granada, que incluía los actuales territorios de Colombia, Panamá, Ecuador y Venezuela.
En 1710, el General Diego Córdoba Laso de la Vega, Presidente de la Nueva Granada, ordena la reparación del Camellón de las Alcantarillas, “por ser éste el camino real que llevaba a Cartagena, Popayán y Quito”. Simultáneamente ordena la construcción de 19 hostales reales a lo largo de esta ruta para que sirvan de hospedaje a los personajes más ilustres.
En Marzo de 1711, con el beneplácito del Rey Felipe V, el Capitán Hilario González, toma posesión de un globo de terreno, el cual bautiza con el nombre de “Bugalagrande”, que iba desde el nacimiento del río en la parte alta (hoy río Bugalagrande), hasta el río Cauca, en la parte llana, y una extensión aproximada 1600 fanegadas o plazas y comienza la construcción de esta casa. A finales de 1717, y bajo la presidencia del Arzobispo de Santafé, Francisco del Rincón, se expide la cláusula de propiedad bajo el nombre de “Bugalagrande”. Sin embargo, la edificación siempre fue conocida con el nombre de ‘La Teja’, por ser la primera edificación de esta envergadura con techo de barro en esta parte del reino.
En Octubre de 1719, recibe a su primer huésped ilustre, se trató del Señor Antonio de la Pedrosa y Guerrero, quien para muchos historiadores es considerado el ‘Primer Virrey del Nuevo Reino de Granada’. Durante los años que siguieron alojó entre sus paredes a un sinnúmero de personajes ilustres y caballeros de alcurnia.
Existen documentos en el Museo de Historia Nacional, en Bogotá, que indican que en el siglo XIX, al menos en dos oportunidades, se alojó aquí ‘El Libertador’ Simón Bolívar, con algunos de sus más acuciosos Generales que lo acompañaban en su gesta libertadora.
Incluso, se afirma en algunos escritos que en Diciembre de 1822, siendo huésped, ‘El Libertador’, asistió a un ágape en su honor, en la casa ‘La Sofía’, otra casa de hacienda ubicada en estos mismos predios y demolida en 1984, por sus actuales propietarios, la familia Caicedo Victoria.
No se tiene certeza si la compañera sentimental del ‘Libertador’, la “Patriota Ecuatoriana”, Manuelita Sáenz, quien por esos años apenas comenzaba sus encumbrados romances con El Libertador, estuvo presente en este ágape o no. De lo que si se tiene certeza es que uno de sus mejores y más queridos ejemplares equinos, el famoso “Palomo”, murió durante esta travesía y algunos historiadores ubican esa muerte aquí en ‘La Teja’, otros en Mulaló, una población cercana a Cali. Algunos historiadores de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, suponían que “Palomo”, estaba enterrado en una esquina del jardín posterior de esta casa y que sobre su tumba el mismo Libertador había sembrado un árbol de mangos. (Este árbol existe en el supuesto lugar).
La historia de la propiedad de esta casa se desaparece hasta el 2 de Diciembre de 1877, cuando el Doctor Carlos Rebolledo, vende al Doctor Matías Gálvez la propiedad, según consta en la escritura pública número 311 de la Notaría del Circuito de Buga. Pero investigando más a fondo, y de acuerdo a lo expuesto en la página 99 del Diccionario Biográfico y Genealógico del Antiguo Departamento del Cauca, de Julio Arboleda, el Doctor en Jurisprudencia, Manuel Wenceslao Carvajal, nació en esta propiedad el día miércoles 3 de Octubre de 1827, a las 8 de la mañana, lo que indica que muy seguramente cuando el ‘Libertador’ se hospedó en ella, ésta pertenecía a la familia Carvajal.
El 7 de Abril de 1896, ante el Notario Primero del Circuito de Buga: Reposato Santacoloma, y en presencia de los testigos, Francisco de Paula Domínguez y Manuel María Sanclemente, el Doctor Pedro Antonio Molina Tenorio, compra la propiedad al Señor Matías Gálvez, como consta en la escritura pública número 111, expedida en esa fecha. Esta negociación se realiza por la suma de $36.000ºº, pagaderos así:
7 de Abril de 1896 $10.000ºº
7 de Abril de 1897 $4.000ºº
7 de Abril de 1898 $4.000ºº
7 de Abril de 1899 $4.000ºº
7 de Abril de 1900 $4.000ºº
7 de Abril de 1901 $4.000ºº
7 de Abril de 1902 $4.000ºº
7 de Abril de 1903 $2.000ºº
Esta negociación incluía “la casa de principal de la hacienda conocida como ‘La Teja’, un edificio de trapiche cubierto de teja y paredes de tapia, una enramada que sirve de caballeriza, un edificio cubierto de teja sobre pilastras de ladrillo (próximo a la casa) el cual sirve de local para una fábrica de aguardiente”, y 1000 plazas o fanegadas divididas en “tres potreros o dehesas de guinea y pará, denominados ‘La Palma’, ‘Guinea Antigua’ y ‘Madre-vieja’.”
Al morir el Doctor Pedro Antonio Molina Tenorio, los derechos de la hacienda son transferidos a la Señora Cecilia Cucalón viuda de Molina y a sus hijos.
Posteriormente, el 17 de Diciembre, de 1926 y bajo la escritura número 164, del Distrito Municipal de Bugalagrande – Provincia de Tuluá, Departamento del Valle del Cauca – el Doctor Pedro Antonio Molina Cucalón, compra a su madre 104 fanegadas o plazas, que formaban parte del potrero llamado ‘La Palma’. Pedro Antonio Molina Cucalón, había heredado además de tierras, el trapiche, por ser él quien lo administraba y la casa de la hacienda conocida como “La Teja”. Ya para la década de 1940, había comprado algunos derechos a sus hermanos y la “Hacienda La Teja” tenía una extensión de 625 plazas de las cuales 485 estaban dedicadas a la ganadería y el resto a cultivos varios, principalmente maíz y caña de azúcar.
Contaba también con otras dos casas de hacienda ‘La Ofelia’ y ‘La Sofía’, además de ‘La Teja’, que a su vez comprendía un área de 7.5 plazas de prados, frutales y una pileta de agua corrida. Tenía no lejos de la casa un trapiche panelero de tracción animal e hidráulica, con otras 7 plazas de patios y corrales, con una capacidad de molienda de 19 toneladas de caña por día de sol.
En 1949, Don Pedro Antonio Molina Cucalón, vende 500 de las 625 fanegadas o plazas, incluida la casa de ‘La Teja’ y el trapiche a Don Gerardo Azcárate y Rivera. El Señor Molina Cucalón conserva para ellos el nombre de ‘La Teja’ en su predio y Don Gerardo Azcárate y Rivera, bautiza su nuevo predio con el nombre “Santa Inés”, que era el nombre de la panela que producía el trapiche y que tenía un contrato con Bavaria, quienes compraban la panela para producir la popular bebida Pony Malta. El contrato con Bavaria se mantuvo hasta 1963, cuando por razones laborales la familia Azcárate, decide cerrarlo y alquilar todas las tierras al Ingenio Rio-Paila.
Por esa misma época, Don Gerardo Azcárate le regala la casa de ‘La Teja’ a su hija Alba Teresa Azcárate de Mejía, y fue ella quien consciente de la importancia histórica de la edificación se encargó de mantenerla, cuidándola y restaurándola permanentemente hasta el 9 de Mayo de 1986, día en que falleció. Tras la sucesión, ésta pasó a la sociedad de sus hijos, quienes desde entonces se encargan de su cuidado en honor a su madre y con el propósito de albergar en la misma las reliquias y los documentos relacionados con la heráldica familiar, así como por la importancia histórica que representa para esta bella región de Colombia.
La casa de ‘La Teja’, ubicada en el predio “Santa Inés”, es un ícono nacional y un referente histórico del cual, paradójicamente, en la Biblioteca Departamental del Valle del Cauca, no existe información sobre ella. En el Archivo Histórico del Valle del Cauca la información es muy confusa y se da a entender que la casa ya no existe, pues la tienen registrada en el predio ‘La Teja’ y no en el predio ‘Santa Inés’.
Nota: La historia de esta edificación, desde su construcción hasta 1877, fue extraída de diferentes documentos históricos en las bibliotecas de la Presidencia de la Republica, Luis Ángel Arango y el Museo de Historia Nacional, en Bogotá.
Los traspasos realizados a partir de 1877, se obtuvieron de las escrituras cedidas a nosotros generosamente por Gilberto Enrique Días-Granados Molina, nieto de Pedro Antonio Molina Cucalón.
Es inexacto el comentario de que mi abuelo Pedro Antonio Molina Cucalon le vendió al sr Gerardo Azcárate para la epoca de la negociación mi abuelo ya había fallecido y quienes vendieron las 500 plazas que hacían parte de la Hacienda fueron mi padre Pablo Julio Molina Aulestia y sus hermanos,era el año de 1949 es todo a corregir,gracias.Pablo Julio Molina Jaramillo.
ResponderEliminarHola, me llamo sandra, y estoy haciendo la lista de antepasados familiares, por alguna razon llegue hasta aqui, y quisiera saber si sabes si alguno de tus bisabuelos era el señor Pedro antonio Molina tenorio, se q algo tuvo q ver en la historia de sevilla valle. Le agradezco cualquier información.
EliminarHola Pablo Julio,
ResponderEliminarApenas veo tu comentario con la corrección. Apenas regrese a la civilización haré el cambio. Gracias.